Los medios masivos de comunicación en la sociedad de hoy muestran una creciente influencia como formadores culturales, ya que determinan en gran medida nuestras ideas, hábitos y costumbres. Actualmente es posible obtener grandes cantidades de información y noticias con gran rapidez sin importar el momento en que surgieron.
Según Carpizo (1999)“Los medios de comunicación masiva contribuyen en gran parte a fijar las maneras de pensamiento de la sociedad; a establecer la agenda de los asuntos políticos, sociales y económicos que se discuten; a crear o a destruir la reputación de una organización, persona o grupo de personas; proporcionan información y elementos para que la persona o el público construyan, ponderen y formen sus opiniones.
Son en muchas ocasiones los intermediarios entre la sociedad y el poder político. Son un poder porque poseen los instrumentos y los mecanismos que les dan la posibilidad de imponerse; que condicionan o pueden condicionar la conducta de otros poderes, organizaciones o individuos con independencia de su voluntad y de su resistencia”.
Es innegable que los medios de comunicación, más allá del mayor o menor poder que se les atribuye, han producido una revolución en el espectador. Y es que su presencia se prolonga en los distintos espacios de la vida social cotidiana, ya que es en el cuerpo, en el rostro, en la manerade hablar, en lo que cantan, en lo que comen, en los patrones de belleza y de éxito donde la cultura de masas se muestra presente a cada instante sobre todo en nuestros jóvenes.
Los medios acompañan los procesos de sociabilización, ofrecen referentes de conocimiento muy importantes, imágenes del mundo exterior y de personajes que constituyen parámetros de interpelación, modelos étnicos y sociales de éxito y fracaso, que interactúan con los que vienen de su familia, el barrio o el entorno social inmediato.
“El término abarca todo el abanico de los medios modernos de comunicación social: televisión, cine, video, radio, fotografía, publicidad, periódicos y revistas, música grabada, juegos de ordenador e Internet. Por textos mediáticos se han de entender los programas, filmes, imágenes, lugares de la red, etc., que se transmiten a través de estas diversas formas de comunicación. Al referirse a muchas de estas formas de comunicación se añade a menudo que se trata de medios de comunicación , lo que implica que alcanzan a auditorios muy amplios, aunque naturalmente algunos medios están pensados sólo para auditorios pequeños o especializados. Y no existe razón alguna para que ciertas formas más tradicionales, como los libros, no puedan considerarse , dado que también ellas nos ofrecen versiones o representaciones del mundo”. (BUCKINGHAM, 2004)
Indudablemente, los medios masivos de comunicación que tienen mayor influencia en la actualidad y sobre todo en la educación son la Televisión y el Internet. La televisión, por ser el medio de entretenimiento más difundido, juega un papel muy importante en la formación de la conciencia, tanto individual como colectiva. Se responsabiliza a la televisión de los malos actos de los niños, de la falta de concentración, de la adopción de valores equivocados, del bajo rendimiento escolar.
Según Carpizo (1999)“Los medios de comunicación masiva contribuyen en gran parte a fijar las maneras de pensamiento de la sociedad; a establecer la agenda de los asuntos políticos, sociales y económicos que se discuten; a crear o a destruir la reputación de una organización, persona o grupo de personas; proporcionan información y elementos para que la persona o el público construyan, ponderen y formen sus opiniones.
Son en muchas ocasiones los intermediarios entre la sociedad y el poder político. Son un poder porque poseen los instrumentos y los mecanismos que les dan la posibilidad de imponerse; que condicionan o pueden condicionar la conducta de otros poderes, organizaciones o individuos con independencia de su voluntad y de su resistencia”.
Es innegable que los medios de comunicación, más allá del mayor o menor poder que se les atribuye, han producido una revolución en el espectador. Y es que su presencia se prolonga en los distintos espacios de la vida social cotidiana, ya que es en el cuerpo, en el rostro, en la manerade hablar, en lo que cantan, en lo que comen, en los patrones de belleza y de éxito donde la cultura de masas se muestra presente a cada instante sobre todo en nuestros jóvenes.
Los medios acompañan los procesos de sociabilización, ofrecen referentes de conocimiento muy importantes, imágenes del mundo exterior y de personajes que constituyen parámetros de interpelación, modelos étnicos y sociales de éxito y fracaso, que interactúan con los que vienen de su familia, el barrio o el entorno social inmediato.
“El término abarca todo el abanico de los medios modernos de comunicación social: televisión, cine, video, radio, fotografía, publicidad, periódicos y revistas, música grabada, juegos de ordenador e Internet. Por textos mediáticos se han de entender los programas, filmes, imágenes, lugares de la red, etc., que se transmiten a través de estas diversas formas de comunicación. Al referirse a muchas de estas formas de comunicación se añade a menudo que se trata de medios de comunicación , lo que implica que alcanzan a auditorios muy amplios, aunque naturalmente algunos medios están pensados sólo para auditorios pequeños o especializados. Y no existe razón alguna para que ciertas formas más tradicionales, como los libros, no puedan considerarse , dado que también ellas nos ofrecen versiones o representaciones del mundo”. (BUCKINGHAM, 2004)
Indudablemente, los medios masivos de comunicación que tienen mayor influencia en la actualidad y sobre todo en la educación son la Televisión y el Internet. La televisión, por ser el medio de entretenimiento más difundido, juega un papel muy importante en la formación de la conciencia, tanto individual como colectiva. Se responsabiliza a la televisión de los malos actos de los niños, de la falta de concentración, de la adopción de valores equivocados, del bajo rendimiento escolar.
Modelo de comunicación masiva
“Por lo tanto, el problema no se encuentra en los cambios que la televisión produce en las actitudes de los niños que la consumen, qué nuevas conductas adoptan éstos como efecto de sus contenidos, o, a la inversa, cómo utilizar la televisión para educarlos mejor. Interesa más bien hurgar, desentrañar, las diferentes condiciones sociales de existencia desde las cuales los educandos perciben, aprecian, valoran, hacen suyos los mensajes televisivos”.
(CAFEIRO, 1997 p.150)
Si comparamos las actuales series de dibujos animados con las de hace treinta años, nos sorprenderá sin duda el acelerado ritmo de las primeras, pero también su ironía e intertextualidad, su compleja manera de jugar con la realidad y la fantasía.
“Pero los programas televisivos no se limitan a ser programas de televisión: son también películas, discos, , cómics, juegos y juguetes de ordenador, por no hablar de camisetas, carteles, envases de bocadillos, bebidas, álbumes alimentos y otros muchos productos”. (BUCKINGHAM,2004 p.20)
Por una parte, muchos opinan que la infancia, como se conoce, se encuentra moribunda o está en trance de desaparecer, y que los medios son los principales responsables de este cambio. Por otra parte, no faltan quienes opinan que los medios son en la actualidad una fuerza de liberación para los niños y jóvenes: los medios están creando una nueva que se muestra más abierta, más democrática y más consciente desde el punto de vista social que la generación de sus padres.
“Esencialmente, Postman (BUCKINGHAM, 2004 p.20) sostiene que la concepción moderna de la infancia fue una creación de los medios impresos; ahora bien, los nuevos medios, en particular la televisión, están destruyéndola. Según Postman (BUCKINGHAM,2004 p.20) esto tiene que ver en primer lugar con el acceso de los niños a la información. Mientras el proceso de alfabetización a través de la lectura y la escritura exigía un largo aprendizaje, ahora no es necesario aprender a leer o interpretar la televisión. Según él, la televisión es un : a través de ella, los niños acceden cada vez más al conocimiento de los
de la vida adulta –sexo, drogas, violencia- que anteriormente les habrían resultado inaccesibles en virtud del código especializado de la imprenta. En consecuencia, los niños se comportan cada vez más como adultos, y exigen compartir los privilegios de los adultos”.
(CAFEIRO, 1997 p.150)
Si comparamos las actuales series de dibujos animados con las de hace treinta años, nos sorprenderá sin duda el acelerado ritmo de las primeras, pero también su ironía e intertextualidad, su compleja manera de jugar con la realidad y la fantasía.
“Pero los programas televisivos no se limitan a ser programas de televisión: son también películas, discos, , cómics, juegos y juguetes de ordenador, por no hablar de camisetas, carteles, envases de bocadillos, bebidas, álbumes alimentos y otros muchos productos”. (BUCKINGHAM,2004 p.20)
Por una parte, muchos opinan que la infancia, como se conoce, se encuentra moribunda o está en trance de desaparecer, y que los medios son los principales responsables de este cambio. Por otra parte, no faltan quienes opinan que los medios son en la actualidad una fuerza de liberación para los niños y jóvenes: los medios están creando una nueva que se muestra más abierta, más democrática y más consciente desde el punto de vista social que la generación de sus padres.
“Esencialmente, Postman (BUCKINGHAM, 2004 p.20) sostiene que la concepción moderna de la infancia fue una creación de los medios impresos; ahora bien, los nuevos medios, en particular la televisión, están destruyéndola. Según Postman (BUCKINGHAM,2004 p.20) esto tiene que ver en primer lugar con el acceso de los niños a la información. Mientras el proceso de alfabetización a través de la lectura y la escritura exigía un largo aprendizaje, ahora no es necesario aprender a leer o interpretar la televisión. Según él, la televisión es un : a través de ella, los niños acceden cada vez más al conocimiento de los
de la vida adulta –sexo, drogas, violencia- que anteriormente les habrían resultado inaccesibles en virtud del código especializado de la imprenta. En consecuencia, los niños se comportan cada vez más como adultos, y exigen compartir los privilegios de los adultos”.
“En la televisión está presente lo mejor y lo peor de nuestra sociedad: imágenes de ternura, de solidaridad y de afecto humanos, frente a los más extremos exhibicionismos de violencia y destrucción; hallazgos de conocimiento en sus detalles más preciosos, frente a estereotipos sociales, y a menudo raciales insostenibles; propuestas informativas enmarcadas en la serenidad y el compromiso de veracidad, frente a otras teñidas de amarillismo; programas dedicados a rescatar lo mejor de los niños, en lo relativo a su percepción y creatividad, frente a otros que literalmente los utilizan para llenar el espectáculo; relatos capaces de calar en la condición humana, frente a otros plagados de estereotipos; modos serenos de comunicar, frente a otros estridentes, plenos de neurosis; imágenes de una belleza sin límites, frente a otras burdas, improvisadas sobre la marcha”.(PRIETO CASTILLO, 1999 p. 90)
|
En cuanto a Internet, hasta donde se tiene noticia, ninguno de los clásicos de la Ciencia Ficción, ni de los futurólogos, ni de los científicos, comunicólogos o cineastas dedicados a imaginar el futuro, previó la aparición de la tecnología que haría la última gran revolución del siglo XX: Internet. Sin embargo, en poco más de diez años, se ha convertido en parte de la vida de millones de personas alrededor de la Tierra y está cambiando el sentido de muchas de sus actividades, la concepción del tiempo y la dimensión de su espacio. A esta red de redes se han unido instituciones educativas, militares, comerciales, de gobierno y organizaciones no lucrativas.
Basado en estos dos medios de comunicación masiva mencionados, el periodista y asesor mediático norteamericano Don Tapscott, establece una oposición directa entre la televisión e Internet. Señala que “mientras la televisión se interpreta como un medio pasivo, la Red en cambio se ve como un medio activo; la televisión a sus usuarios, mientras que la Red despierta su inteligencia; la televisión transmite una visión particular del mundo, mientras que la Red es democrática e interactiva; la televisión aísla, mientras que la Red crea comunidades; etc. Los navegadores de Internet están : son atrevidos, independientes,
analíticos, creativos, curiosos, respetuosos con la diversidad, socialmente conscientes, orientados globalmente, y todo ello, a lo que parece, en virtud de su relación intuitiva con la tecnología”.(BUCKINGHAM, 2004 p.48)
Basado en estos dos medios de comunicación masiva mencionados, el periodista y asesor mediático norteamericano Don Tapscott, establece una oposición directa entre la televisión e Internet. Señala que “mientras la televisión se interpreta como un medio pasivo, la Red en cambio se ve como un medio activo; la televisión a sus usuarios, mientras que la Red despierta su inteligencia; la televisión transmite una visión particular del mundo, mientras que la Red es democrática e interactiva; la televisión aísla, mientras que la Red crea comunidades; etc. Los navegadores de Internet están : son atrevidos, independientes,
analíticos, creativos, curiosos, respetuosos con la diversidad, socialmente conscientes, orientados globalmente, y todo ello, a lo que parece, en virtud de su relación intuitiva con la tecnología”.(BUCKINGHAM, 2004 p.48)